'Cada SILENCIO con el que DELETREO lo que SOY y lo que ALCANZO...' Si amamos el silencio, invitamos a la confianza del no saber sabiendo y la persona de fe se abre y se abandona a la voluntad divina y esencial que es la sabiduría inefable, con palabras que diría nuestra maestra. La persona de fe es idealmente libre de prejuicio y se muestra abierta y tranquila en sus respuestas desinhibidas, frente al flujo renovado de circunstancias de la vida. Ya que la actitud sagrada es, de otro modo, una actitud de respeto profundo y básico por la realidad, se presente como se presente. Esta es la verdadera sabiduría, que brota de un espíritu sólido y pacífico. 'En mi ausencia de aquí, el sueño dibujado en sus raíces' (+) |